viernes, 22 de mayo de 2015

ACÚSTICA - 4 CONCEPTOS GRATIS PARA MEJORAR LA PERCEPCIÓN

Según el lugar donde escuches música, puedes oir unos bajos retumbantes que se vuelven desagradables, o unos agudos brillantes, sin cuerpo, que piquen tus oídos y que no van al compás del resto de los instrumentos con más carga de frecuencias medias y bajas…

Ese mismo disco lo escucharás en otro lugar y "voila" suena bien, todo correcto y en su sitio…

Como vimos en la entrada de acondicionamiento acústico, eso se debe al reparto de las frecuencias que se mueven en el espacio en el que escuchas. Responsabilizamos a la morfología de la sala y de la posición de los altavoces, pues este problema no lo percibimos captando esa música desde los auriculares.

Debemos conocer bien los altavoces que estamos escuchando en casa, en el estudio, o donde acostumbras a escuchar tus discos. Pueden ser muy buenos y muy lineales en todas las frecuencias o por el contrario potenciar graves, medios o agudos que equilibraremos con un equalizador presente en cualquier reproductor ya sea físico o virtual en el ordenador.

Lo preferible es no tener que retocar nada del sonido del disco, ya que, el ingeniero de masterización prepara cada uno de los matices de cada línea para que sea escuchado correctamente, si no más aceptable, en una sala media con casi cualquier tipo de altavoz.

¿Que puede pasar si toqueteamos la equalización pero el problema grave lo tenemos en el reparto de frecuencias en la sala y una mala disposición de los altavoces??

Pues muy probablemente emborronarás el sonido y/o vas a perder muchos matices interesantes de la grabación.

¿Cómo poner remedio a este problema?? Lo primero sonreír, pero, si no hay suficiente con esto, sigue leyendo y no borres tu sonrisa.

Empieza por una colocación crítica de tus altavoces, distanciados equidistantes al centro de la sala o al punto en el que los escuchas. Lo mejor, formar un triángulo equilátero entre ellos y tu, pero puedes alejarte hasta un tercio del punto inicial sin separar lateralmente los altavoces siempre que no sean monitores de referencia cercana.

Si los has colgado de la pared en una esquina, lo cual suele ser muy típico en una habitación o en el salón querrás saber que los bajos se van a quedar por esa esquina rondando y retumbando, 100 años después realizaran una "cacofonía" en tu salón y allí estará sonando el bajista de tu grupo favorito, a parte las columnas de tu edificio recogerán los bombos de cada tema y los repartirán generosamente por cada piso del edificio. A tí te gustará el solo de batería de Deep Purple en The Mule, pero quizá al del cuarto primera le vaya más Alejandro Sanz y ya está liada… NO, de ninguna manera la solución que aportaremos en esta entrada aislará el sonido para que no lo repartas pero sí repartiremos sonicamente los rebotes y las partes frecuenciales que se quedan atrapadas resonando una y otra vez enmascarando la percepción correcta de tu música.

Vamos a tratar estas frecuencias graves para que no "rumbleen" la música, y se queden de algún modo atrapadas.

1. Elige una buena colocación de tus altavoces o monitores. Deberías apartarlos de la pared, según su tamaño y potencia entre 20cm y 80cm, si tienen una salida de aire por la parte trasera no te quedes corto en la separación, pues por esa salida acostumbra a empujar el aire parte del sonido y los graves son las frecuencias más anchas, pero más blanditas.
Sácalos de los rincones e impide que creen un ángulo de 45º y/o 90º respecto a las esquinas de 90º.
Ni se te ocurra (un clásico) ponerlos en una librería con fondo y baldas por encima y por debajo a no ser que quieras un sonido encajonado y acartonado. Deja que los altavoces liberen el espectro por doquier.

2. Si vas a comprar unos altavoces nuevos o tienes más de unos por el trastero o casa para poder escoger, pruébalos todos.

3.  Hoy en día hay muchas app gratuitas para móvil o tablet que sirven para analizar las frecuencias del sonido, úsalas y quédate con los altavoces que repartan más uniformemente el sonido por la sala que hayas escogido para escuchar música, tu home estudio o homedisco, ayúdate de ellas.

4. Aun así, te irá de perlas tratar acústicamente con absorbentes, reflectores y difusores de sonido: http://sonidoluilamas.blogspot.com.es/2015/04/acondicionamiento-acustico.html


Lo mejor que puedes hacer por tu música y tu oído es escuchar, comparar y probar, ya sabes error acierto.

Muévete por sala mientras escuchas tus temas, cambia una i otra vez los altavoces de distancia, grado e incluso altura. Verás como puedes descubrir resultados asombrosos.



Lluís Lamas

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